jueves, 1 de julio de 2010

Pero hoy no tengo ganas de escribir.


Ayer escribí algo y ese algo terminó desapareciendo para siempre, para siempre de un teclazo. Lo lamenté, por supuesto, era algo sobre la hueva que me acompañaba ayer. Hoy, no hay hueva, digo, salvo la de rutina, y me pude descolgar a la escuela. Me encontré a MR, quien aún estudia cuando todos no lo hacemos. Me habló de sus proyectos y de los concursos literarios en los que actualmente participa. Le recomendé que le tirara a todos. Todavía tiene fe en ese asunto de los concursos. Bueno, la esperanza es algo que siempre nos acompañará. El pesimismo sólo es para los amargados. Y los que no tengan esperanza tendrán que dejar de ser humanos. Eso de la esperanza es algo muy propio de la humanidad. Pues algo habrá de salir. Por lo demás, quedamos de vernos en la biblioteca a donde tengo que ir a regresar varios libros que no había devuelto y a pagar la multa. Creo que hubiera podido comprar los libros, con lo que pagué de multa.
La foto de hoy la dedico a una persona que sabe bien qué significa. Es decir, este pedazo de carne retratado subrepticiamente en la biblioteca donde estaba solo trae cola, segurísimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario